Feria Internacional del Libro de Venezuela: Ser culto es el único modo de ser libre

Alicia Jrapko, 19 de noviembre de 2018

Foto: Alicia Jrapko

Del 8 al 18 de noviembre de 2018, Venezuela fue escenario de la XIV Feria Internacional del Libro (FILVEN) que tuvo lugar en el casco histórico de la ciudad de Caracas. La Plaza Bolívar, uno de los espacios públicos más importantes y reconocidos de Venezuela, fue decorada con estantes que exhibían libros de todo el mundo.  FILVEN tuvo, este año, a Turquía  como país invitado. También se rindió  homenaje especial a la poetisa venezolana Ana Enriqueta Terán, y se reconoció la importancia y vigencia del periódico Correo del Orinoco, fundado por Simón Bolívar en 1818.

Durante la feria se realizaron 111 exposiciones con más de 565 actividades, incluyendo presentaciones de libros, premios y homenajes, un pabellón infantil, foros, conversaciones y encuentros, talleres, recitales de poesía y actuaciones artísticas.

Tuve el honor de ser invitada a participar en la FILVEN junto a un grupo de escritores, editores y representantes de movimientos sociales, muchos de ellos miembros de la Red en Defensa de la Humanidad

No soy ajena a lo que pasa en Venezuela, leo a diario lo que publican los medios alternativos y corporativos. Y me comunico a través de las redes sociales con amigos que viven allí. En mi corta estadía de tan sólo cuatro días, no pretendo de ninguna manera ser una experta de la situación actual de Venezuela. Pero sí siento la necesidad de escribir algunas observaciones personales y compartir lo que pude ver en ese corto tiempo.

Los grandes medios mienten descaradamente sobre Venezuela. Si uno se dejara  llevar por lo que lee o escucha en los medios de comunicación corporativos, pensaría  que la gente se está muriendo de hambre, que el país está vacío por la cantidad de gente que se está yendo, y que la violencia prevalece. Eso no es lo que vi. Comenzaré diciendo que Venezuela es un país extremadamente hospitalario, un pueblo alegre que disfruta la vida a pesar de las dificultades que enfrenta a diario.

El jueves 8 de noviembre, durante la inauguración de la Feria del Libro, el Presidente Nicolás Maduro dio la bienvenida a los embajadores y a los invitados nacionales e internacionales allí presentes. “han sido 14 años continuos de promoción de la edición, el debate de ideas, la libertad de pensamiento, la libertad de creencia, el diálogo cultural, el libre conocimiento y el libre acceso a la información y la cultura” señaló Maduro. Por su parte, el ministro de Cultura de Venezuela, Ernesto Villegas, explicó que la feria contaría con una exposición sobre las oleadas de migrantes que Venezuela ha recibido a lo largo de su historia y enfatizo que, “Hoy, cuando una ola de xenofobia inducida busca convertir a Venezuela en una mala palabra, estamos aquí para reivindicar la hospitalidad de la patria de Bolívar y nuestra indestructible hermandad con todos los pueblos del mundo”.

Mentiría si dijera que vi a una sola persona durmiendo en las calles de Caracas como lo que veo todos los días a pocas cuadras de donde vivo en la ciudad de Oakland, California. Aquí en el país más rico del mundo, miles de personas viven bajo los puentes de las grandes autopistas. Por el contrario, en mi camino desde el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, Simón Bolívar, hasta el centro de la ciudad de Caracas, pude ver con mis propios ojos los grandes edificios habitacionales que forman parte de la Misión Vivienda. A pesar de que los medios de comunicación estadounidenses, califica al gobierno de Venezuela como represivo, la preocupación en la construcción de viviendas  para  el pueblo comenzó con  el Comandante Hugo Chávez y continua bajo la presidencia de Nicolás Maduro, quien recientemente entregó la vivienda numero 2 millones 300 mil. ¿Represivo un gobierno que construye viviendas para su pueblo o el que hace la vista gorda ante la situación de miles de personas sin hogares incluido niños y personas de la tercera edad?

Además de intervenir en dos talleres, tuve la oportunidad de participar en varias presentaciones de libros, todos con una alta audiencia, en su mayoría venezolanos, quienes hicieron preguntas y expresaron sus opiniones, orgullosos de que su país les diera esa oportunidad. No me quedó ninguna duda de que la FILVEN es un importante evento popular organizado por y para el pueblo venezolano.

Durante el fin de semana la feria fue aún más concurrida con familias enteras y especialmente, con muchos niños. El domingo por la tarde fui testigo de un evento cultural a público lleno, en la Plaza Bolívar, que me tocó el corazón. Fue una emotiva conmemoración dedicada a Ali Primera, que este año habría cumplido 77 años. Ali Primera fue músico, cantante, compositor, poeta y activista político. Fue y sigue siendo “el cantante del pueblo venezolano”. El homenaje estuvo a cargo de su sobrino Ali Alejandro Primera, actual presidente del Centro Nacional de la Música, perteneciente al Ministerio de Cultura y también estuvieron Sol Musset, cantante, esposa y madre de cuatro de sus hijos, y la reconocida cantautora Lilia Vera.

A principios de la década de 1980, las canciones de Ali Primera también causaron sensación entre los que admirábamos el movimiento de la Nueva Canción. En particular recuerdo Techos de Cartón… “que triste viven los niños, en las casas de  cartón…. “Niños color de mi tierra con las mismas cicatrices, millonarios de lombrices”

Han pasado muchos años desde la partida de Ali Primera en 1985, pero sus canciones siguen reflejando el incierto futuro en el que vivimos, con el advenimiento de nuevos gobiernos de derecha en el continente.

Ser parte de ese evento cultural me llenó de alegría y emoción, especialmente al ver a tanta gente disfrutando y cantando a coro las canciones de este humilde hombre que dejó su voz y las letras de sus canciones a su pueblo.

Lo que quedó claro para mí es que la FILVEN representa la voluntad de un gobierno bajo ataque, que a pesar de las condiciones adversas, fue capaz de organizar una feria del libro, para que toda la población se beneficie al poder acceder a toda esa cultura.

Venezuela es víctima de un bloqueo brutal que comenzó con una orden ejecutiva del ex presidente Obama cuando declaró a Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos. La orden continúa bajo  la actual administración del presidente Trump, pero él la ha llevado más allá al implementar un bloqueo que afecta la vida diaria de todos los venezolanos. Además del bloqueo, Venezuela es víctima de actos terroristas como el del 4 de noviembre de este año, cuando tres miembros de la Guardia Nacional Bolivariana murieron tras un enfrentamiento con grupos paramilitares colombianos en el estado fronterizo de Amazonas.

Hay gobiernos que carecen de la voluntad de educar a su pueblo y parecen hacer exactamente lo contrario; satisfechos de tener una población que carece de pensamiento crítico. Quizás por eso no hay un Departamento de Cultura en los Estados Unidos.

¿Crisis humanitaria en Venezuela? ¿Qué puede ser más humanitario que la organización de una Feria del Libro para el disfrute de una nación?  Una Feria que hace realidad una de las frases más recordadas y repetidas del héroe nacional cubano José Martí: “Ser culto es el único modo de ser libre”.

Si hay algo que traje conmigo además de los abrazos, la calidez y hospitalidad del pueblo venezolano es que VENEZUELA QUIERE VIVIR EN PAZ.